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P areciera que vamos quedando como afuera de mundo real, desgastados, antiguos, anacrónicos. Y que eso de alguna manera, nos descalifica. Y aunque sabemos que es absurdo y no debería suceder, a veces no podemos evitarlo. Veamos cómo enfrentar y vencer esta presión de nuestra época.
Este es un dicho clásico que obviamente proviene de aquellos interesados en que hombres y mujeres vistamos a la moda. Quieren que soportemos tacones de aguja todo el día, ropa ajustada y aceptemos cambiar constantemente el color de nuestro cabello. Elige de lo que la moda propone solo aquello que te represente, que te haga feliz, que sea saludable y esté a tu alcance.
Si gastas más del 10% de tu ingreso en ropa de moda, estás en problemas. Es un porcentaje excesivo en la jerarquía de gastos. La justificación del gasto depende del tipo de trabajo que realices y de la intensidad y naturaleza de tu vida social. Considera si tus obligaciones, compromisos laborales y compromisos sociales realmente requieren un guardarropa tan grande y variado.
Echa un vistazo a tu armario y, si todavía tienes ropa con etiquetas colgando, sin usar, es hora de sentarte y reconsiderar tus hábitos de compra.
Esa prenda que amaste cuando la viste en el escaparate pronto se volverá inútil y olvidada. Ten en cuenta que lo que es trendy y se presenta en desfiles de moda y en los medios de comunicación cambiará poco después de que lo adquieras. De lo contrario, el negocio no sería sostenible.
Elige prendas atemporales de alta calidad que estén destinadas a durar y a servirte bien. Deja que la industria se adapte a ti, no al revés.
Por ejemplo, mudarte a una nueva casa o redecorar la que tienes actualmente, hacer un viaje o comprar algo que hayas estado deseando pero no puedas permitirte de inmediato. Destina una cantidad mensual de ahorro para lograrlo y no te desvíes de ese objetivo. Pon el dinero en un sobre aparte y guárdalo en un lugar seguro.
Escribe tus sueños en él para recordarte la intensidad de tu deseo. Incluso puedes agregar una imagen para motivarte aún más. Celebra cuando lo logres, comparte tu logro e inspira a otros. ¡Habrás ganado la batalla!
Revisa tu armario nuevamente y separa aquellas prendas que no has usado en los últimos dos años. Es muy poco probable que las uses. Están ocupando espacio y acumulando polvo. Vende las prendas en buen estado y poco usadas, y dona el resto a personas que puedan darles buen uso.
La moda no solo es tiránica en la ropa, sino también en la decoración del hogar. Incluso los productos de limpieza están influenciados por las tendencias que compramos basándonos en la publicidad. Libérate del exceso de desorden vaciando los espacios abarrotados. Deja que estos objetos circulen; otros hogares les darán buen uso. Al desprenderte de los objetos que acumulas, nuevas experiencias impactarán tus sentidos. Adoptar un estilo de vida minimalista creará espacio para nuevas experiencias perceptivas y simplificará nuestra vida interior. ¡No te pierdas esta práctica!