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E uropa establece normativa para la IA que protege los derechos fundamentales. Prohíbe la categorización biométrica y el reconocimiento de emociones, y establece multas sustanciales por incumplimiento. Un paso importante hacia un uso seguro y responsable de la IA.
Europa ha dado un paso importante hacia el desarrollo responsable de la Inteligencia Artificial (IA) con el acuerdo histórico alcanzado entre los diputados del Parlamento Europeo (PE) y el Consejo. La legislación tiene como objetivo sentar las bases para un uso seguro, ético y responsable de la IA en Europa, garantizando al mismo tiempo la protección de los derechos fundamentales, la democracia y la sostenibilidad medioambiental.
El acuerdo supone un delicado equilibrio entre el fomento de la innovación y la garantía de salvaguardias frente a los posibles riesgos asociados a la IA. La normativa aborda una serie de aplicaciones preocupantes de la IA, como la prohibición de la categorización biométrica basada en características sensibles como las creencias políticas o religiosas. También pone fin a la extracción no selectiva de imágenes faciales de Internet o de grabaciones de CCTV para crear bases de datos de reconocimiento facial.
La legislación prohíbe el reconocimiento de emociones en lugares de trabajo e instituciones educativas, así como la puntuación social basada en el comportamiento o las características personales, y el uso de sistemas de IA para manipular el comportamiento humano. También se prohíbe la explotación de vulnerabilidades relacionadas con la edad, la discapacidad o situaciones sociales y económicas.
Para garantizar un uso responsable de la IA, se establecen salvaguardias y excepciones limitadas para el uso de sistemas de identificación biométrica, como la autorización judicial previa y limitaciones estrictas al uso de estos sistemas.
La normativa también introduce obligaciones claras para los sistemas de IA clasificados como de alto riesgo, como evaluaciones obligatorias del impacto sobre los derechos fundamentales. Los consumidores tendrán derecho a presentar denuncias sobre los sistemas de IA que afecten a sus derechos.
Para apoyar la innovación y a las empresas más pequeñas, el acuerdo promueve el establecimiento de "sandboxes" regulatorios por parte de las autoridades nacionales. Sin embargo, el incumplimiento de las nuevas normas podría acarrear multas sustanciales. Estas multas pueden oscilar entre 35 millones de euros o el 7% de la facturación mundial y 7,5 millones de euros o el 1,5% de la facturación, dependiendo de la naturaleza de la infracción y del tamaño de la empresa.
El proyecto de ley acordado pasará ahora a su adopción formal por el Parlamento y el Consejo para convertirse en legislación de la Unión Europea. Este acuerdo representa un paso importante hacia la definición del desarrollo responsable de la IA a escala mundial. Europa se posiciona como líder en la regulación de la IA, estableciendo estándares para un uso seguro, ético y responsable de esta tecnología en beneficio de la sociedad.